Puta adolescente Elizabeth 2

Puta adolescente Elizabeth 2

Puta adolescente Elizabeth 2

El asqueroso viejo se le abrieron los ojos al oír estas palabras de la nena su cara tenía una morbosa mueca de triunfo, y dándole un sorbo a la cerveza  que bebía quedándole la mata de bigotes chorreando del espumoso líquido, sentía que la verga se le ponía dura por que no era una putita barata de calle la que tenía, si no una escultural nena de 18 años dueña de un cuerpazo como pocos , sentado en la cama con los pies en el piso se comenzó a quitar el short quedando asquerosamente desnudo ese arrugado y seboso cuerpo, se agarro a continuación la   media erecta verga que emergía de una sucia mata de pelos   y se lo meneaba  con la mano la nena abrió más sus hermosos ojos verdes y los clavo en el aparato del viejo,  este mientras  más la miraba, más se excitaba y llegaban a su cabeza infinidad de calientes pensamientos para con ella,  se relamía  los labios  pensando en lo que iba a hacer con la colegiala  a continuación  cojeando lentamente se acercó a la nena quien por instinto camino hacia atrás hasta topar con la pared  no tenía escapatoria era un manojo de nervios veía con horror como se acercaba a ella ese ser horrible con una mirada llena de deseo  se veía espantoso al caminar como cojeaba y como esa barrigota sebosa se movía como gelatina, el viejo tomaba las cosas con mucha calma sabiéndose dueño de la situación al llegar frente a la nena le dijo «bueno mamacita entonces vamos a darle a lo sabroso», la miraba fijamente a la cara, con sus ojos totalmente fuera de sus órbitas y con una cara de depravación total.

El viejo se comenzó a pegar al escultural cuerpo de la chica y esta  apoyaba  las manos sobre los vellos del  pecho del viejo  haciendo fuerza para tratar de separarse, en tanto él hacía fuerza para atraerla hacia el, el viejo tenía más fuerza que ella y  ganó sus sucias y roñosas manos la tomaron de la breve cintura acariciando la suave piel lentamente mientras su horrible y arrugado rostro se acercaba a la boca de la chica tratando de saborear esos gruesos y perfectos labios de la nena y diciéndole  «dame un besito guapa», mientras la rodeaba con sus brazos y  ponía su cara cerca de la espantada chica, ella volteo el rostro de lado pegando su mejilla a la pared tratando de evitar que el viejo le mancillara los labios, le repugnaba su olor a sudor y a cerveza el viejo se sonrió sabiendo del asco que le producía a la colegiala.

Para a continuación apoderarse de su oreja y el cuello, le encantaba sentir ese  aroma atractivo de juventud de feminidad de pulcra higiene de la nena, esto  hacía  calentar más al degenerado , estaba subyugado  por ese monumento de chamaca ,mientras las manos comenzaron a bajar para recorrer ese redondo y carnoso par de nalgas de la nena, el viejo sentía riquísimo palpar la dureza de esas nalgotas  y sentir el bikini sobre la minifalda de la chica «eres una puta exquisita me encantas que rico bikini traes cabrona» le decía el viejo quien no dejaba de morderle la orejita y recorrer con su asquerosa lengua el juvenil cuello de la nena , una gran turbación se había despertado en el interior de la joven sentía que ese caliente aliento que le recorría su sensible cuello le producían escalofríos y solamente musito tratando inútilmente que el cojo parara «por favorooor, deténganse..por favooor….nooooo»pero esto calentaba mas al viejo que  cada segundo que pasaba  se iba excitando y calentando aún más, el verla ahí delante y saber que estaba sometida totalmente.

Las arrugadas y toscas manos del caliente conserje le acariciaban la tersa y suave piel  de la espalda de la nena produciéndole cosquillitas, para a continuación irlas deslizando lentamente hacia abajo rumbo a ese par de carnosas y redondas  par de nalgotas , el caliente cojo  sentía en sus manos al irlas bajando lentamente desde la espalda de la chica  como iban surgiendo deliciosamente  al tacto esos tremendos promontorios  de carne , que eran el sueño de muchos machos , el horroroso viejo al ser viudo y tener muchos años sin una mujer en sus brazos sentía una calentura como hace años que no tenía  , se deleitaba estrujando esas perfectas y enloquecedoras nalgotas sobre la delgada tela de la minifalda  de la nena , los acariciaba ,los apretaba ,  sintiendo deliciosamente en sus callosas manos como temblaba la nena ante el magreo,  sentía su dureza y su sabrosa redondez de ese par de soberbias nalgotas , la nena solo se  retorcía como culebra  antes los toqueteos del viejo, en eso  de las dos  manos se introdujeron bajo la minifalda de la nena sintiendo y tocando  la suavidad de la piel desnuda , tocaba y acariciaba esas piernotas suaves y tersas para enseguida manosearle las nalgotas solo cubierto por su pequeño bikini  le acariciaba, le apretaba sus nalgotas abundantes y duras.

La nena comenzó a mover la cabeza de un lado a otro por los lengüetazas del viejo en su cuello, el caliente viejo destrabo el botón de la falda de la chica y le bajo lentamente la cremallera  para a continuación deslizar la minifalda del uniforme escolar hacia abajo , Elizabeth estaba tan enajenada por los lengüetazas del lujurioso viejo en su cuello y en su oreja  que ni sintió cuando la minifalda escolar cayo al piso quedándose solo con su bikini  el viejo se acercó al oído y le dijo» que buena estas mamasota» para continuación levantar la blusa deslizándola por la cabeza quedando la tremenda colegiala solo en ropa interior la vista era espectacular, con su lencería sexy diminuta y muy provocativa haciendo que resaltaran más esas fabulosas carnes su  pequeño sostén  deteniendo esas montañas de carne y su bikini que en la parte de atrás se perdía en ese par de nalgotas  parecía una diosa convertida en mujer, el viejo se hizo para atrás para admirarla mejor saboreándose por ese bombón que tenía a su disposición  «por favorooor, deténganse..por favor» es lo único que atinaba a decir la escultural colegiala.

El viejo no dejaba de observar extasiado  su delicioso culo con esa tanguita puesta, era precioso, circular, paradito, riquísimo, los dos   seguían frente a frente muy cerca uno del otro  la chica recargada en la pared con la cabeza de lado y el viejo casi sobre la nena , ella   olía el tufo de la boca del viejo apestaba a tabaco y a cerveza  y veía  ese horrible rostro  lleno de lujuria, lleno de deseo con los ojos desorbitados por tener semejante bombón,  el viejo disfrutaba viendo el  espanto en  su carita angelical, la chica  estaba  paralizada sentía que sus brazos y sus piernas le pesaban una tonelada  por la tensión del momento su mente se negaba a aceptar la realidad del momento y se engañaba a ella misma pensando que era una pesadilla y que en cualquier momento despertaría en su cama , en esas estaba cuándo el viejo volvió a la carga tomándola de su breve talle acerco su boca y diciéndole «que rica estas mamacita, dame un beso y aprovechando su momentánea pasividad de la chica se  apodero  de esos deliciosos labios, carnosos,  frescos y sabrosos ,su asquerosa y maloliente lengua se metió por completo  en la boca de la colegiala la cual solo se oían quejidos ahogados «uuuhhhhmmm»»uuuhhhhmmm»ante el violento beso que  casi la dejaba sin aliento, el viejo chupaba y saboreaba esa deliciosa boca con esos gruesos labios de la nena que sentirlos era algo excitante .

En cambio  para la chica era una tortura sentir en su fina boca ese pestilente olor a tabaco y a cerveza pero aguantaba a pie firme todo ese magreo todo por recuperar su preciado diario, estuvieron  largos segundos besándose hasta que se separaron un momento y la chica le volvió a suplicar que la dejase «por  favor don Juan me ahoga por favor déjeme», pero el viejo ya más caliente lejos de hacerle caso volvió a la carga «que linda estas mamita, que buena estas , cuantas veces soñé con esto siempre te me antojaste estas buenísima “y volvió a apoderarse de esa rica boquita, la chica contra su voluntad se dejaba  resignada todo lo que ese viejo le quisiera hacer la  nena  pensaba en la morbosa situación ,ese viejo gordo cojo y sucio tenía una nena de 18 años en su sucia habitación a su disposición  se sentía media excitada ante tal acoso y comenzó a responder a sus asquerosos besos las dos lenguas se entrelazaban  intercambiando saliva, era un beso larguísimo la lengua del viejo exploraba todo el interior de la boca de la nena y lamiéndole los dientes y los sensuales labios de la chica  , al mismo tiempo las sudorosas y toscas manos se deslizaban por la sensible y suave piel de la chica quien al estar semidesnuda sentía la piel arrugada y fofa del viejo abrasar su juvenil y escultural cuerpo, las sudorosas manos del viejo recorrían sus formas perfectas de la nena  estrujaba y apretaba esas nalgotas con las dos manos haciendo que la nena sintiera su  tiesa vergota en su bajo vientre, el caliente conserje sentía en ese momento cómo temblaba la nena.

Elizabeth se  sentía llena de angustia y de miedo ella abría y cerraba sus ojos viendo y sintiendo como el asqueroso conserje la besaba y la manoseaba como un poseso, Elizabeth era una chiquilla deliciosa, su piel suave, cálida, huele a flores, a ternura, a hogar dulce, y el viejo  le babeaba su boca y sus nalgotas se las magreaba con avaricia y desesperación, el lujurioso conserje la besaba con voraz ansiedad, a continuación el viejo bajo al cuello de la colegiala y se lo comenzó a chupar, haciendo que a la nena le dieran escalofríos por todo su l escultural cuerpo , la respiración de la nena se agitaba por que el viejo no dejaba de chuparle con esa boca caliente su  cuello sentía  que la barba y los bigotes del viejo  al deslizarse por su sensible cuello aumentaban las sensaciones de escalofríos, al mismo tiempo las manos del viejo no dejaban de apretarle contra el las nalgotas a la chica , las cuales ya estaban metidas dentro de su bikini sintiendo la suavidad ,redondez y dureza de ese par de nalgotas ,la colegiala estaba turbada  su par de melones que tenia por  pechos subían y bajaban  debido a lo agitada de su respiración «mmmmmmmm, rica mmmmmm» decía el caliente conserje ,»noooooo por favor nooooo» decía Elizabeth entre sollozos  con las ultimas fuerza de voluntad que le quedaban, trataba por todos los medios de no entregarse, de no disfrutarlo.

El viejo sin dejar de chuparle el cuello  busco el broche del sostén de la nena, que era de esos que se abrochan por el frente destrabándolos y liberando ese par de melones, los maravillosos pechos de Elizabeth, redondos, erguidos, firmes  con unos pezones oscuros hinchados por la excitación  que destacaban en las aureolas, era  maravillosa la  visión de ese esplendido cuerpo.

-«Por favor déjeme ya  por favor» decía la nena

«Por favor  no  no  no por favor déjeme déjeme» dijo con voz temblorosa.

El viejo tomo un seno con cada mano y los comenzó a estrujar juntándolos y separándolos y diciéndole «pero que par de melones tienes. »

Elizabeth tenía los ojos cerrados y la cara de lado con la mejilla pegada a la pared  y sus brazos pegados a su cuerpo sintiendo como esas rudas manos estrujaban con ansia sus duros melones el viejo dijo a continuación «»ah que buenas tetas moría por apretarlas y chuparlas» tomo los brazos de la nena y se los paso por su nuca  para enseguida abalanzarse sobre los desprotegidos melones de la nena y comenzar a mamarlos tremendamente con fuerza  causando que Elizabeth sintiera una descarga eléctrica que le recorría todo su cuerpo provocándole un placer indescriptible, la nena tenía sentimientos contradictorios, luchaba con todas sus fuerzas para que ese hombre repugnante no le hiciera sentir placer, pero tras medio minuto de  mamarle con su boca los pechos, cerrando los ojos sucumbió, sentía morir de placer la lengua rasposa hacia las delicias de  sus durísimos  pezones.

Su cuerpo se combó y su cintura quedo totalmente arqueada sus dedos instintivamente se introdujeron entre los canosos cabellos del viejo y  le comenzaron acariciar  la cabeza al viejo  mientras este estrujaba un pecho con una mano y  el otro pecho se lo devoraba con la boca violentamente, el viejo hacia círculos con la lengua  por toda la aureola  para a continuación estrujarle con sus labios y su lengua el hipersensible pezón de la nena.

«aahhhhhh   deejeeme deejeeme don Juan  uyyyyyyyyy poor  faavorr   sueltem…nhg» decía la nena a sabiendas que el viejo no la soltaría, pero sentía mucho placer decirlo y que el viejo no parara.

La colegiala con cada uno de los  lengüetazos y chupadas del goloso viejo a sus pechos  reaccionaba con su cuerpo arqueándolo sentía su lengua  como mamaba y engullía sus pechos y pezones y oleadas de escalofríos se esparcieron por todo su  cuerpo, ella cerraba  sus ojos y se mordió los  labios, no podía parar de jadear presa de una excitación incontrolable  se retorcía, gritaba y jadeaba, su espalda se arqueaba a mas no poder,  la  chica  comenzó a gemir como una puta cualquiera y a entregarse a las  sucias caricias y mamadas del viejo.

Elizabeth «Aaahhhhhh,  don  Juan…uuuuyyyy….por favor aaahhhh»  gemía la nena.

La escena era morbosamente  caliente   verla desde la espalda del viejo donde se apreciaba como el cuerpo gordo, flácido y sudoroso del viejo  materialmente aplastaba  contra la pared  a la exuberante colegiala y como se movía  la asquerosa cabeza llena de canas por la  violenta ansiedad,  con que mamaba y estrujaba esos dos  grandes y duros senos,  la cara de la colegiala tenía un rictus de sufrimiento y de placer al mismo tiempo,  sus hermosos ojos verdes los tenia cerrados y su boca entreabierta  soportando el ataque lujurioso y ansioso del viejo a su  escultural y deseado cuerpo , el viejo sabía bien por haber leído y releído el diario de la nena  que esta al ser tan sensible en todo su escultural cuerpo no aguantaría tanto magreo.

Elizabeth se estremecía y suspiraba  dejándose hacer por el lujurioso conserje  respirando agitadamente, sentía escalofríos por todo su cuerpo y un cosquilleo enloquecedor  en su rajita el viejo continuaba con su deliciosa labor mamando y succionándole los pezones a la nena y estrujándole esos dos increíbles globos de carne Elizabeth sentía la caliente respiración del caliente viejo en su pecho «oohhhhhhh oohhhhhhh  gemía la nena desfalleciendo casi por el placer con los ojos cerrados, el  calor que brotaba de la boca del macho la hacía estremecerse ,la chica abría y cerraba sus hermosos ojos verdes sintiendo como su cuerpo empezaba a entregarse a todo ese estimulo perdiendo todo control sobre él, a continuación el lujurioso y caliente conserje comenzó a bajar sobre el escultural anatomía  de la colegiala  sin despegar su boca de ese delicioso cuerpo arrastrando sus ansiosas manos por la espalda de la nena llegando al ombligo dándole suaves mordiscos haciendo que la excitada nena cerrara sus ojos y echara su cabeza hacia atrás pegando con la pared a continuación empezó a bajar más hincándose en el piso atrapando con sus manos en el trasero de la nena el bikini  y comenzar a deslizarlo hacia abajo lentamente disfrutando el espectáculo frente a sus ojos hasta sacárselos  dejando a la luz esa preciosa y virginal rajadita que apenas se le asomaban un caminito de finos bellos para enseguida hundir su cara y comenzar a mamarle la rajadita  mientras sus manos le sobaban las nalgotas, la cara del viejo se metía literalmente entre las dos piernas de la nena lengüeteándole su virginal rajadita la chica lo disfrutaba se contorsionaba y gemía de placer.

Elizabeth «Aahhhh ahhhhhhh  uyyyyyyyyy  gemía deliciosamente la colegiala , el viejo lamía sus labios vaginales y le lenguetaba el sensible clítoris a la nena haciendo que se estremeciera con esa rasposa y larga lengua ,sus dedos de la nena le tomaban la cabeza al viejo y le jalaba los canosos cabellos presa de las sensaciones placenteras que le daba, el viejo a continuación se puso de pie y  se quedó unos segundos observando con los ojos desorbitados  el escultural cuerpo de la colegiala desnudo su cintura esbelta, que se ensanchaba para dar lugar a sus grandes y bien proporcionadas nalgas, blancas y sin rastros de estrías ni celulitis, completamente limpias y deseables, el conserje pensaba en sus adentros no podía creer que tenía ese manjar a su disposición estaba extasiado,  se sentía como en un increíble y apasionante sueño del cual no creía que fuera realidad, allí la tenía, a una preciosa colegiala entregada  y estaba siendo sodomizada por primera vez por él ,y le dijo a la chica que seguía con la cabeza echada hacia atrás recargada en la pared «que cuerpazo tienes mamita eres una diosa «en cambio ver al viejo era todo lo contrario, con su cuerpo muy moreno lleno de tatuajes seboso y arrugado con una barrigota consecuencia al exceso consumo de cerveza una cara arrugada con unas grandes y desagradables verrugas en la nariz y en la mejilla a todo esto había que agregarle la poca atención que le daba a su higiene personal, el viejo ahí estaba parado completamente desnudo con una tremenda erección en la verga que emergía  de una abundante y sucia mata de pelos.

Elizabeth lo observaba con los ojos semicerrados  señal inequívoca  de lo excitada que se encontraba, en otras circunstancias nada mas de ver al viejo como se encontraba  desnudo hubiese vomitado ante la asquerosa visión, el viejo cojeando se acercó a la nena y extendiéndole su mano la llamo a que se acercara, Elizabeth desnuda como se encontraba se acercó al viejo, este tomándola de los hombros se puso de tras de ella apoyándole su apestosa vergota completamente tiesa y palpitante sobre las nalgotas desnudas de la nena, la vista de las nalgotas redondas era espectacular el viejo le acariciaba las nalgotas con su verga, Elizabeth comenzaba a respirar fuerte y a jadear, la chica sentía también  la asquerosa y sudada barriga del viejo en su espalda, las manos del viejo atraparon los melonzotes de la nena y los dedos agarraron los hinchados pezones de la colegiala para darle un lento y suave masaje haciendo que la chica  echara la cabeza hacia atrás al mismo tiempo que la punteaba las nalgotas con la verga y  diciéndole  al oído, «te gusta verdad mamacita ,como me calientas putita» , estas tetasas me vuelven loco» la nena tenía la su cabeza echada hacia atrás recargada en el hombro del viejo y este  la punteaba cada ves las fuerte con la vergota, ella echo sus brazos hacia atrás  agarrándose de  el cuello del viejo para no caerse.

El caliente viejo sin dejar de puntearle las nalgotas, ni de sobarle con los dedos los pezones que estaban durísimos y muy parados lentamente la fue llevando acercándose a la cama, y le decía quedito  en el oído lo que le iba a hacer en la cama, la  voluntad  de la colegiala estaba completamente enajenada tenía los ojos cerrados y se dejaba manosear, el caliente conserje no dejaba de puntearle  las deliciosas nalgotas y aspiraba al mismo tiempo el delicado perfume que salía de su cuello, cuando estuvieron a lado de la cama  el viejo se separó de ella y la guio para que se acostara la nena en esa vieja cama  de madera la nena se acostó boca arriba con una pierna flexionada y sus brazos agarrando la almohada en su cabeza dejando todo su escultural cuerpo desprotegido se veía soberbia, el caliente viejo se dirigió a un cajón y saco una cuerda tomo las dos manos de la chica y se los amarro a la cabecera de la cama dejándola indefensa, ,para a continuación decirle a Elizabeth «te voy a enseñar a lo que sabe un  macho», y se subió a la cama  e la observo unos segundos y  vio que su cara y ojos expresaban resignación, miedo por la situación, a continuación  le dijo «vas a saber lo que puedes sentir mamacita» y sin más preámbulos el viejo  desnudo se hecho sobre la chica violentamente dejándole caer todo su seboso y sudado cuerpo, sobre la colegiala metiéndose entre sus piernas.

Elizabeth sintió  sobre su esbelto abdomen como esa piel arrugada y sudada, la aplastaba y comenzó a besarla violentamente en los labios se los mordía y se los jalaba con fuerza haciendo que la indefensa nena abriera sus ojazos por la sorpresa  de tan violento ataque  a su boca, le estrujaba los senos con fuerza y los pezones se los apretaba con salvajemente  haciendo que la chica sintiera mucho dolor ,ella comenzó a gritar y a patalear ,pero estaba indefensa con las manos bien amarradas a la cabecera de la cama  ante ese maniático sexual.

El caliente viejo era como un animal salvaje le apretaba las tetotas fuertemente haciéndole daño, se las mordía, le pellizcaba salvajemente los pezones para luego estirarlos con la boca y morderlos sin compasión ella gritaba más de dolor que de placer, arqueaba su cuerpo desesperada tratando de que el caliente viejo parara  y no dejaba de llorar y gritar rogándole al viejo que parara ,pero eso calentaba más al ya fuera de si conserje y más duro  apretaba y mordía «por favorooor, deténganse..por favooor….nooooo,» es lo único que atinaba a decir mientras se retorcía tratando de zafarse gritaba, se contorsionaba la indefensa nena, el viejo le decía «este es solo el principio perra sucia, ahora te voy a demostrar  lo que es un macho caliente»  diciéndole esto regreso a sus pechos y los comenzó a morder con furia los pezones y sus alrededores, ella gritaba y el conserje le volvió a meter una cachetada, y continuo con su castigo mordiéndole los pechos a su antojo y ella solo sentía dolor y más dolor, la nena gritaba con lágrimas en sus bellos ojos verdes no podía hacer nada el viejo estaba echado encime de ella aplastándola y magreándola como un salvaje, y  la nena indefensa incapaz de defenderse el viejo la había amarrado bien.

Al viejo en ese momento se le revelaban todas las mujeres que lo despreciaban y se burlaban de el por su cojera, estaba como un verdadero loco lastimando a la chica descargando todo su rencor y excitación sobre la nena quien desesperada se contorsionaba por el ataque sentía que el peso del viejo la ahogaba quien   desnudo, echado encima de la chica, la babeaba y la magreaba con avaricia y desesperación,» Ahhh… ahhhh… .no… por favor… no…. ahhh auxiliooooo  gritaba la nena, el viejo le dio dos cachetadas fuertes haciendo que a Elizabeth le quedara ardiendo la cara «cállate puta que esto apenas comienza» la nena tenía una cara de espanto total «sniff sniff… por favor  don Juan déjeme ir ya» decía la chiquilla lloriqueado con sus manos atadas fuertemente a la cabecera de la cama el viejo tenía los ojos desorbitados parecía un loco esto espantaba más a la nena tomándola de los cabellos se los jalo violentamente y le dijo al oído «cállate puta aquí se hace lo que yo diga y yo sabré cuando te dejare ir lo entiendes le dijo» dándole una fuerte cachetada la nena ya más asustada le contesto «siiiiiiii   don Juan siiiii.

A continuación el viejo se sentó sobre el pecho de la chica  sin hacer demasiada presión, para no asfixiarle , colocando una pierna a cada lado de su cuerpo y su sucio trasero sobre los  senos  de la chica pasó una de sus manos hacia la parte posterior de su cabeza he hizo que echara  su  cabeza la colegiala hacia delante, hacia su miembro, el cual sostenía con su otra mano y  busco la boca de la nena que al ver lo que pretendía el viejo mantenía los labios cerrados, el viejo lleno de mañas soltó su verga y con esa mano tomo la nariz de la chica y  se los apretó  impidiendo que respirara  ante la desesperación de la colegiala que cuando abrió la boca desesperada para jalar una bocanada de aire el viejo presto le metió toda la verga a la boca  sentía esos  labios pulposos y mojados en  la verga. el viejo estaba que no cabía del gozo que estaba sintiendo en ese momento por la boquita de esa preciosa niñita que mamaba y mamaba su gorda verga a la fuerza.

Sintiendo como la lengua de Elizabeth trataba inútilmente de sacar a ese intruso de la boca haciendo que el viejo en su verga sintiera un delicioso cosquilleo,»aahhhhhhh   ahhhhhh así zorrita mamale  la verga a tu macho» ella  ya resignada entre sollozos se  la mamaba  al viejo era una verga gorda y sucia , el vejete profirió toda clase de gemidos y sonidos de satisfacción, insultando de paso a la adolescente que le estaba practicando una felación por demás prodigiosa, el viejo  con las dos manos la tomo de los cabellos llevando el el ritmo de la mamada la cogia literalmente por la boca, introduciendo una y otra vez esa sucia y apestosa vergota que olía a orín y a sudor  la chica sentía mucho  asco le tomaba la  cabeza y la movía a su antojo, hacia adelante, hacia atrás, a los lados, en círculos, gozaba esa boca como nunca había gozado boca alguna, su verga era tan grande y gruesa, que se le dificultaba mucho tragarla, sin embargo tenía que lamer, chupar y mamar a la fuerza.  la nena nunca había tenido algo tan grande en su boca.

Cada segundo que pasaba el caliente conserje se iba excitando cada vez más, la lujuria se apoderaba de su mente y cuerpo, se sentía increíblemente bien observando como esa linda zorrita se la chupaba, pero, sobre todo, se excitaba aún más el saber que la estaba sometiendo y que ella no tenía más remedio que obedecerle sin rechistar.

La chica sentía que el asco era insoportable, pero no podía hacer nada estaba a merced de ese depravado sexual, el viejo casi la estaba asfixiando con la vergota en la boca y con su seboso cuerpo sentado sobre su pecho le taladraba la boca sin cesar y ella sin poderse defender, la cara del hombre era digna de ser enmarcada pues al contrario de Elizabeth que parecía a punto de desfallecer él se sentía en el séptimo cielo, a juzgar por sus gestos y gemidos  «aaaah puta, que sabrosa estás, hasta que se me hizo gozarte cabrona; ah, ah, ah aaaaahhhhhh» el le agarraba la cabeza y el la hacia tragar bien aquella verga maloliente cuando la nena  sintió que el asco ya era insoportable aun vino más, la tomó firmemente de la cabeza y aceleró el ritmo de las arremetidas, cuando de repente se detuvo, sostuvo la cabeza de la joven firmemente, con la punta de su falo es su boca y disparó la primer descarga, de semen, el caliente viejo  descargo la leche sobre aquella boquita de princesa  de tal manera que a ella casi le sobreviene un atragantamiento ,la boca de Elizabeth se llenó de leche por completo, tanto que por la comisura de sus labios asomó un poco de aquel líquido, sintió toda su boca caliente por aquel líquido viril al mismo tiempo ese sabor agridulce «aaahhhh   así ,así mamita trágate toda la leche de tu macho decía el viejo» al mismo tiempo que le tapaba la nariz ,obligando a la nena a tragarse todo.

Elizabeth tragaba el semen del viejo desesperada por que casi no podía respirar   debido a que el viejo le tapo la nariz con su mano para obligarla a tragar todo el líquido seminal, el viejo eyaculaba  en la boca de la nena  tanta leche que se  atragantaba y se le escapaban por la comisura de los labios hilillos de ese viril liquido  el caliente viejo seguía sentado sobre el pecho de la nena y con su verga tiesa dentro de la boca de la escultural jovencita disfrutando de los desesperados quejidos de la chica por que el viejo no le soltaba la nariz evitando que respirara y con la vergota en su boca, además del peso del conserje en su pecho, era poco el aire que podía jalar a sus pulmones, sus hermosos ojos verdes miraban al viejo suplicando piedad, pataleaba con sus piernas el colchón desesperada ante la falta de aire el cojo Juan sádico como era disfrutaba toda la desesperación de la nena y le decía.

«aahhhh   que sabrosa boquita tienes zorrita me sacaste bastante leche, pero todavía tengo más para ti mamita todavía falta lo bueno».

A continuación se bajó el viejo de la chica y le saco la vergota de la boca, respirando la nena desesperada jalando aire a sus castigados pulmones, el cojo Juan se sentó al borde de la cama tomo su cerveza y le dio un sorbo eructando, a continuación le acaricia las piernas a la nena mientras le daba más sorbos a su cerveza la nena que seguía bien amarrada  a la cabecera de la cama completamente desnuda , ella está  tosiendo porque en su garganta tenía varios pelos púdicos atorados en su garganta y no había forma de sacarlos de ahí.

Su vocecita ronca está al borde del sollozo, con la cara desencajada y con restos de semen que le resbalaban por la comisura de los labios, la boca abierta y las pupilas enormemente dilatadas mirando al viejo con una desesperada expresión de terror, de saberse que estaba ahí desnuda encerrada en ese cuarto, con ese viejo maniático sexual y bien amarrada le dice.

«cof cof por favor don Juan suélteme, ya déjeme ir mire todo lo que me a hecho cof cof se lo suplico.»

«Je je je»  se reía el viejo sin dejar de pasar sus manos por las piernotas de la nena lentamente sintiendo la suave  tersura de su piel y diciéndole  «por qué te quieres ir mamita si todavía falta lo mejor vas a ver que al rato  vas a gritar de lo rico que lo estaremos pasándolo» sonriéndole con esa cara de sádico y enseñándole toda esa dentadura llena de caries, levantándose el viejo dando un  último eructo le dijo «sigamos con nuestro asunto mamita que esto todavía tiene para mucho rato jajajajajaja»  ante los ojos aterrados de la escultural colegiala , viendo  indefensa como el viejo desnudo separaba sus piernas «no,no..qué me va a hacer qué me va a hacer “decía la nena al mismo tiempo que intentó cerrar sus  muslos pero el viejo ya se había metido entre ellos  en medio de sus dos piernas y dejando caer  todo su peso encima de ella la comenzó a babear en la boca   y le estrujaba y le magreaba sus pechos con avaricia y desesperación  se los mordía sin piedad  haciendo que la nena sintiera todo el sadismo de ese caliente  viejo.

Elizabeth Bastaaaa…. ahhhhh… ahhhhh… por favoooooorrr…. aaahhhhhh… detengaseeeee… bastaaaaaaaa

«Putita como me calientas estas tetotas me vuelven loco «decía el viejo comiéndole los senos con desesperación se los mordía fuertemente dejándolos todos marcados, ella solo lloraba y se quejaba indefensa como estaba amarrada, para el viejo era muy sabroso sentir la suavidad la tersura de la piel de la chiquilla su aroma que despedía a juventud esa juventud que al viejo se le había ido hace muchos años.

La nena sentía como ese cuerpo gordo la aplastaba inundándola con su sudor y como la verga del viejo  se frotaba sobre su bajo vientre presionándose contra ella, tenía una cara de miedo y entre sollozos le decía al viejo que parara que le dolía con lagrimas en su carita pero esto calentaba mas al viejo quien con salvajismo le mordía los senos y le jalaba el pezón con los dientes sin piedad.

«Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh….. nooooooooooooooo…. por favooooooooorrrr….. bastaaaaaaa.»

«Desde hace tiempo quería tenerte así putita, perra maldita no sabes cuantas veces soñé este momento» estaba como un verdadero loco, haciéndola sufrir, mordiedola y estrujando con salvajismo  sintiendo descargar todo su  rencor y su  excitación sobre esa nena, «por favorooor, deténganse…por favooor….nooooo, es lo único que atinaba a decir la chiquilla  mientras se  retorcía inútilmente  tratando de sacarse al viejo de encima de ella, «Siiiii   eres la putita más sabrosa que he visto» «noooooooo nooooooooo» gemía la nena  «Como que no, te voy a coger te voy a meter la verga «» le decía el desquiciado viejo quien recorría el transpirado cuerpo de la chiquilla le masajeaba los brillantes pechos por el sudor la magreaba como un loco así estuvieron un buen rato hasta  que el viejo se detuvo y bajándose de la exhausta nena le dijo «bueno  mamita ahora vamos hacer un rico 69 para que yo me coma tu panochita» dándole unos sorbos a la cerveza la nena.

La nena sin dejar de ver el cuerpo del viejo que por la barriga le resbalaban abundantes gotas de sudor y viendo esa vergota larga, gorda y llena de venas palpitantes que emergía de una abundante y antihigiénica mata de pelos le decia toda asustada.

Elizabeth «Por favor… no me viole… no…. no.…por favor…por favor

La suplicas de la nena solo hacían calentar más al viejo quien levantándose se subió a la cama  y coloco sus piernas  a los lados de los  estirados brazos de la chica que seguía amarrada a la cabecera de la cama solo que ahora al revés de cómo la tuvo hace unos momentos con la intención de hacer un 69   dirigió su palpitante verga a la boca de la nena quien trato de resistirse apretando los labios  esto hizo que el viejo le diera un par de cachetadas que le quedaron ardiendo las mejillas, el cojo estaba colérico y le estampó otra cachetada en la mejilla izquierda dejándole los pómulos de un rojo encendido y no conforme con eso le lanzó un escupitajo en el rostro que la adolescente recibió dejando que se resbalara por sus labios «abre la boca pendeja si no te va peor «no quedándole mas remedio que abrir sus labios a la chica y volver a engullir esa apestosa vergota .

El viejo a continuación dejo caer todo su peso metiendo su cabeza entre las piernas de la colegiala haciendo un perfecto 69 a pareciendo ante sus ojos esa  vagina con unos  finos vellos dorados, los labios carnosos y rosados y le empieza a lamer el interior de los muslos para a continuación sepárale los labios vaginales con los dedos  para poder meterle la lengua hasta lo mas profundo de la concha de Elizabeth  quien nada podía hacer, el viejo le comenzó a  mamar  con avidez el clítoris estremeciendo a la colegiala, mientras su  verga le daba unos frenéticos bombeos a su boca haciendo que la cabeza de la nena rebotara una y otra ves sobre el colchón, entraba y salía de su boca la vergota soportando las envestidas del erecto miembro.

La lengua del hombre siguió dándole feroz batalla al clítoris de la nena  mientras ella experimentaba muy a su pesar un gran placer cerraba los ojos fuertemente para aguantar esas sensaciones la cosa ya le estaba gustando, la húmedos labios  de la chica se entrecerraban con fuerza alrededor de esa vergota, jadiando ante el ataque sin misericordia de la lengua y los dedos del viejo a su vagina, la nena sentía que el viejo le dejaba ir todo su peso sin contemplaciones su esbelto vientre sentía como ese cuerpo flácido y sudado la aplastaba.

Los gordos y peludos huevos del conserje por las arremetidas le rozaban su fina carita la cara, le envestía la boca, con rítmicos movimientos de cadera haciendo que la nena le mamara fuerte y metiéndosela bien profunda, hasta casi tocarle los huevos con los labios, Elizabeth sentía como aquella barra penetraba hasta su garganta, sentía la pegajosa humedad que manaba de la punta.

El viejo alternaba largos lengüetazas por toda la rajadita hasta el culo para enseguida regresar al clítoris y hundir en el la lengua y agitarla en su hirviente interior, la nena tenia las piernas completamente abiertas  la lengua del viejo continua con su labor explorando  la conchita empapada de Elizabeth, lamiéndola de punta a punta, lamiendo la miel que mana de su sexo, , lamiendo golosamente  por dentro el clítoris ya hinchado de la nena , el cuerpo de la nena  se estremece de pies a cabeza, y sus ahogados  gemidos se hacen más intensos.

«Mppphhh…. Mpphmm mmmmm… mmmm…mmppmh» gemía Elizabeth ante las intensas mamadas que le daba el viejo , por la vergota que tenia en su boca y que la taladraba sin piedad  el cuerpo de la nena  se sacude con violencia de mujer,  Elizabeth mama  con avidez la verga del viejo con su boquita caliente y húmeda, succionando desesperada ante el intenso cosquilleo que le producía la ansiosa lengua del viejo en su clítoris , le apretaba la cabeza con sus muslos al viejo , sentía su cuerpo convulsionarse, la sangre le fluía de pies a cabeza con velocidades y temperatura indescriptibles, las piernas le temblaban  su panochita se encontraba toda humedecida y latiendo como si el corazón se le hubiera ido allí abajo comenzó a excitarse cada ves mas y mas, su boca engullía y mamaba esa verga ansiosa del viejo se excitaba con el fuerte sabor a macho que se desprendía la vergota del viejo sintiendo como se hinchaba dentro de su boca  sus mejillas rojas de excitación involuntaria, sencillamente no podía evitar que su cuerpo respondiera a los embates y escarceos de un macho en celo, desesperada arqueaba la cintura completamente excitada.

La lengua,  y la boca del conserje  van insaciables de su clítoris a su culito, una y otra vez, sintiendo los ahogados   gemidos y quejidos de la colegiala  sofocados por los embates de la verga en su boca, el hombre hacia  lo que quería no solo con la concha de Elizabeth sino también con el agujero del culo y ambas partes estaban rojas y lubricadas por las fuertes mordidas y succionadas del macho, la nena  se retorcía y jadeaba ahogadamente , su espalda se arqueaba a mas no poder, los ahogados  gemidos de la nena inundaban el cuarto    mientras que el cuerpo de la nena  seguía sintiendo ese calor descontrolado  su cuerpo se estremecía cada vez que la golosa  lengua rozaba su clítoris  su lengua  del viejo era larga y a menudo la metía  profundamente hasta encontrar sitios placenteros la nena  no dejaba de retorcerse, gemía como una loca ya no podía más, la excitación la descontrolaba, prueba de ello, es que de repente y sin voluntad, comenzó a mover sus  caderas contra esa sucia y caliente boca provocándole miles de sensaciones  al viejo este tenía la cara de gozo absoluto.

Elizabeth se siente sofocada debido a su  agitadísima respiración ,mama con fuerza y lascivia la durísima vergota del viejo  sus gruesos labios hacen presión alrededor  de la roja cabeza haciendo que el viejo sienta que está por venirse, esa lengüita de la nena  hace que el viejo casi saque la leche hirviente hacia  afuera , el viejo siente que ya no aguanta más y se le escapan las primeras gotas de líquido seminal ,y mama con mayor voracidad  la virginal panochita de la nena  haciendo que el cuerpo de la nena  se estremezca recorrido por ondas violentas de placer, de repente la nena sintió que  su cuerpo ya no le respondió más a su mente y comenzó a contorsionarse y gemir sin poder evitarlo, estaba al borde de un orgasmo, en ese momento recordó cuando jugueteaba con su clítoris de noche cuando su madre no estaba  y sintió que esto era más aun que esas noches de placer, su vagina comenzó a contraerse rítmicamente y sus ojos se desorbitaban, Elizabeth parecía sufrir, pero su cuerpo estaba completamente poseído por el placer que le daba ese viejo ,» mppphhh…. mpphmm mmmmm… mmmm…mmppmh» gemía Elizabeth ahogadamente, sus piernas se enredaron alrededor de la cabeza del viejo apretándosela contra su panochita el viejo le metía los dedos en el culo al mismo tiempo que le mamaba, era un espectáculo muy morboso como la disfrutaba ese gordo inmundo, mientras que su cuerpo seguía sintiendo ese calor descontrolado.

Finalmente, los dos llegaron al inevitable orgasmo casi al mismo tiempo el viejo acabo en su boquita de la nena, largos chorros de leche caliente que ella va tragando sin dejar de chupar y lamer, su boca sensual sigue apretadita envolviendo la vergota, sus labios dulcemente carnosos siguen succionándole, su lengüita infantil sigue con su caricia de mujer sobre la piel de la verga del viejo y este sigue eyaculando en su boca sin parar.

Elizabeth también está llegando al orgasmo su cuerpo es presa de temblores y su cuerpo se sacude violentamente que parece que quiere escapar de los brazos del viejo, y estalla en un enorme y prolongado orgasmo, el viejo le succiona todo su jugo tragándoselos.

Entonces, gradualmente, el ritmo de las acometidas del viejo a la boca de la nena se hizo más lento hasta que, exhausto cayó sobre ella.

Después el viejo se queda un rato sobre la nena  muy cansado, aquella chiquilla estaba haciendo que florecieran sus más bajos instintos, disfrutando como un loco, haciendo lo que se le antojara con su cuerpo y su mente, era una sensación de poder increíblemente maravillosa, la chica a continuación  sintió como la verga del viejo  se ponía flácida en su boca perdiendo su dureza, la nena también estaba completamente agotada, el lujurioso conserje estaba sudando como un cerdo por el calor que hacía  y por el esfuerzo físico que había hecho , se mezclaban los olores de su  sudor, los de su semen, y los que ya había dentro de la casa ,el viejo a continuación  se rodó bajándose de sobre la nena  acostándose a su lado y diciéndole «que buena mamada me distes mi reina» y acariciándote los pechos continuo diciéndole «estas bien rica mami y todavía falta lo mejor» ella le miraba de reojo con sus ojos tristes, pero a la vez sumisos, sabía que debía obedecer, estaba sometida por el miedo y amenazas del vejete de no devolverle su diario el viejo la observaba su cara y su boca de la nena apestaban a semen, sus ojos estaban tristes pero sumisos, estaba completamente dominada era un espectáculo fascinante, el vejete se levantó de la cama y se dirigió a tomar su cerveza y viendo a la nena amarrada en la cama se le volvió a poner tiesa la verga.

La nena esta quieta junto en la cama como un pajarito herido, poco a poco se le va normalizando su respiración la chica tenía la mirada como ida   se veía preciosa amarrada y tendida en la cama la cara la tenía con restos de semen que le resbalaban por la comisura de sus labios sus pechos la tenia llenos de moretones y marcas de mordidas.

«Ohh mamita que buena acabadas me has hecho tener hace mucho que no tenía una tan buena por eso vas a probar una verga de macho caliente en tu culo» le decía el conserje, la chica ya más tranquila y dándose cuenta de su situación le dijo «por favor se lo suplico no me hagas nada, yo se la chupare de nuevo, pero por favor no me hagas nada mas no me violes» decía la chiquilla.

«Ja jaja ja  eso suplica palomita que eso me calienta más  de todos modos ese culito va ser mío jajajajajaja» le decía el viejo quien a continuación le desato las manos  a la chica de la cabecera de la cama y empujándola le dio vuelta quedando Elizabeth boca abajo, «no dejamm balbuceo la joven, apenas estaba tan cansada estaba en tal estado de cansancio  que era como una muñeca a la que se podía manejar al antojo de uno por eso el viejo ya no la amarro el viejo le puso una almohada  bajo su vientre que hizo levantar aún mas  las nalgotas de Elizabeth el viejo se deleitaba con la vista era un par de nalgotas juveniles  impresionantes grandes, redondas, suaves y duras y no resistiendo más se subió a la cama de nuevo y le comenzó a besar la espalda a la nena sus labios recorrían la espalda  de la chica llegando a sus nalgas, para a continuación  separar sus  piernas y pasar su lengua por las nalgotas  para luego separarle las nalgas y meter la lengua  hasta llegar al ano   le mamaba  con la lengua desde el ano hasta   su panochita  haciendo que la chica se estremeciera y comenzara a jadear, la nena aun entre su calentura le decía al viejo «no por favor pare no lo haga no me hagas nada ahí por favor.»

Esto calentaba más al viejo que seguía en su labor mamadora y estrujándole con sus ansiosas  las manos el enorme par de nalgas  pasaba su larga y rasposa lengua por su rajita de arriba hacia abajo llegando hasta el ano y de regreso otra vez rápidamente le daba de lengüetazos, pasaba y repasaba por el cerrado culito lentamente, le acariciaba con su lengua haciendo pequeños círculos alrededor luego introducía su lengua áspera dentro de su culito,  a la  nena nunca le habían hecho eso,  y sentía  que era una sensación tan rica, lo morboso de aquello lo hacía más placentero aun, no podía resistirse a tanto placer, Elizabeth se sentía como nunca siendo penetrada por aquella lengua, sentía su lengua sobre su clítoris, como se lo chupaba y mordisqueaba, y solo podía jadear y gemir de placer .

Elizabeth gemía, mordía sus labios y entrecerraba sus ojos «ahhh ahhh ahhh asi ahhhhhh ooohhh asii asiii oohh, la jovencita gemía y su cuerpo ardía mientras temblaba presa de sensaciones y de un cosquilleo por todo su cuerpo.

El viejo a continuación se levanto apoyándose  en las duras nalgotas de la nena y le dijo «prepárate pendeja por que te voy a meter la verga vas a saber lo que es un macho «abriéndole  las nalgotas a la nena con las manos coloco su verga palpitante embocándola a la entrada de ese cerrado culito ella respiraba hondo y rápido, como tratando de prepararse para un dolor inevitable, sintió el calor del cuerpo del caliente macho, el viejo  comenzó a meterle la verga  lentamente  y Elizabeth supo que estaba perdida, un empujón y el pene se introdujo unos milímetros más dentro de ella, el segundo empujón más fuerte ya ganó un par de centímetros más, ella respiraba hondo.

Sentía como el virginal ano de la nena ejercía una resistencia y como este ayudado por lo lubricado que se encontraba el ano va venciendo esa resistencia hasta meterle la mitad de esa grande y gruesa vergota y ahí se quedó quieto un rato disfrutando de las ricas contracciones que hacia el castigado ano de la nena ante la arremetida de ese intruso.

Elizabeth «Bastaaa ahhhhh ahhhhh por favooor aaahhhhhh detengaseeeee bastaaaa «decía la ensartada nena  sentía que su culo se habría  y  como le entraba centímetro a centímetro  esa potente verga sus  lágrimas eran más abundante «que colita apretada tienes pendeja le dijo el viejo haciendo fuerzas para penetrarla totalmente venciendo la resistencia  del cerrado ano de la nena hasta ensartarla completamente  la pobre Elizabeth sentía que la estaba partiendo, pues era demasiado gruesa, sus enormes testículos peludos golpearon sus nalgotas y solo grito de dolor sus ojos se dilataron como sorprendidos la nena sentía como esa verga la llenaba totalmente, sus ojos se abrieron de par en par, sus manos se crisparon Elizabeth «No, por favor sáquela, me duele mucho , no sigaaa ayyyyy, me lastimaaaa ,ayyy,  me duelee, ayyy» se oían los gritos de la nena.

El viejo sin hacerle caso se acostó sobre ella y empezó a culear como loco, sus envestidas eran rápidas y potentes haciendo vibrar el cuerpo de la colegiala con cada estocada la nena casi no tenía ya fuerzas para oponerse»no por favor no por favor no puedo más «susurro.

«Qué culito más estrecho tienes putitaa» decía el viejo, el cerrado culito de la nena poco a poco se fue adaptando a la enorme verga que la violaba y el dolor poco a poco fue cediendo al placer, la colegiala sentía  como la verga  del viejo se deslizaba perfectamente en su ano provocándole un placer indescriptible nunca antes sentido, le estaban  dando duro, sentía como entraba y salían  los huevo del viejo se y el ruido  de su culo   por las  cada embestidas ploc ploc ploc, sentia que la volvían loca, ya no podía mas, «ahhh ahhhh  ahhhhhh, ahhhhh ahhhhhhhhhhhhhhhh  oooohhh ooohhhhh Elizabeth gemia con cada ensartada del viejo al sentir las paredes de su ano rozadas por ese pedazo de carne,su respiración era rápida, y  tenia  un temblor de su cuerpo juvenil mientras la culeaba  el viejo  como loco.

Elizabeth ya no chillaba, solo jadeaba de placer, gemía más y más cada vez  el viejo la ensartaba sin piedad , cada  más profundo  la  culeaba con fuerza, con rudeza, loco por la sensación del momento , las ensartadas hacían vibrar las nalgotas de la jovencita ella estaba completamente  entregada  al viejo  sin voluntad de resistirse la vergota  entraba y salía perforándola sin contemplaciones los  huevos del viejo hacían ruido contra su culo en cada embestida , le metía y le sacaba la verga arrancándole gritos de placer  a la colegiala  al sentir las paredes de su culo como la rozaba esa vergota,ella temblaba su cuerpo estaba rebosante de placer.

El viejo la insultaba, le decía «puta, perra, zorra», eso lo excitaba aún mas, estaba disfrutando como un loco, verla sometida y follada era algo increíble la miraba con una cara totalmente desencajada, la cara de un depravado sexual, y cada vez, sus embestidas eran más salvajes, más fuertes, mientras le gritaba que era una puta, oír eso excitaba a la nena una manera increíble nadie la había tratado así y comenzó a suspirar, gozando de la enculada salvaje a la que estaba siendo sometida, cerraba los ojos, apretando sus dientes y mordiendo sus labios, ella gozaba con la situación el viejo no dejaba de decirle «puta grita mas fuerte como me calientas putita como se come tu culo mi vergaaaaa» totalmente fuera de si.

Elizabeth «Aaaaaaahhhhhhhhhh aaahhhhhhhhhhhhhh uyyyyyyyyyyyyy» gemía la chica desfalleciendo de placer el conserje la seguía embistiendo fuertemente le daba tan fuete que al chocar con sus nalgotas de la nena  hacia mucho ruido, Elizabeth estaba que chorreaba, la penetraba tan fuerte que le vino un orgasmo intenso la nena arqueaba la espalda y paraba las nalgotas queriendo que la verga del viejo la penetrara más profundamente la expresión de su cara es de de dolor y de placer a la vez , un placer inmenso que no conocía , la verga le estaba produciendo unos orgasmos incontrolables  yo no paraba de gemir y retorcerse, , los orgasmos se sucedían en su cuerpo uno tras otro de repente un orgasmo arrollador, el más grande de su vida, le sobrevino en aquel momento y grito como poseída por el demonio,»aaaaahhhhh ahhhhhhhhh asiiii Ahhhh papiiiii que riiiiiico ahhhhhh papiiiiiiii uyyyyyyyy gritaba la putita de Elizabeth.

Los orgasmos le asaltaban uno tras otro en forma despiadada, eran tan intensos y continuos, que la volvían loca, el viejo le metía y sacaba la tranca con tanto vigor que cada uno de sus embates hacía pujar a la adolescente, el cuerpo se contorsionaba como una especie de espasmos tanto era el placer de ella, el viejo se acostó en su espalda y le mordía la nuca mientras la culeaba , metió sus manos por debajo del cuerpo de ella agarrándole las tremendas tetas y se los comenzó apretar y a estrujar sin dejar de culearla, le mordía la nuca y el cuello sin piedad, la nena estaba tan caliente que no decía nada solo se dejaba hacer solo gritaba y se contorsionaba-«aahhh, ahhh, asiiiiiiii y paraba mas las nalgotas queriendo que la verga del viejo la clavara mas profundamente, que culeada le daba el viejo a Elizabeth la embestía brutal y salvajemente le estrujaba los pechos y los pezones y la mordía sin piedad en la nuca y en el cuello la nena sentía como esa vergota la llenaba totalmente.

El viejo estuvo cerca de media hora rompiéndole el culo hasta que sintió que se venía, apretó sus tetas fuertemente y le mordió con fuerza el cuello, la cara de la nena estaba totalmente desencajada, con los ojos el viejo bufando se vino en torrentes que inundaron todo su trasero, mojando sus nalgas y piernas Elizabeth «aaarrrggggghhhhhh gemia el viejo al venirse , la nena también tuvo un inmenso orgasmo al mismo tiempo que manifesto por medio de gritos y gemidos roncos mientras su cuerpo era presa de espasmos de placer y lujuria»aaahhhhh papiiiiiii uyyyyyyyyyyyyyyy aaahhhhhhhh el orgasmo de la nena era interminable , el viejo llenaba su tierno culito de abundante leche caliente , la nena sentía en su culo por primera vez el caliente y pegajoso semen golpeando e impregnándose en las paredes de su culo y poco a poco llenándola de su caliente fluir.

El viejo se quedó arriba de la nena completamente agotado por la tremenda culeada a continuación el viejo Juan le saca su todavía duro miembro de la cola de la nena y se levantó, la nena aun con la respiración agitada lo ve sin entender a donde va, el viejo se dirige a la lamparita para a continuación apagar  la débil lámpara de meza  dejando el cuarto totalmente a oscuras no se veía nada  era una oscuridad total y se subió de nuevo a la cama para seguir culeando a la escultural colegiala en esa reinante oscuridad donde solo se oían los insultos del viejo y los gemidos de placer de la nena.

La colegiala perdió la noción del tiempo, el momento era solo recibir las embestidas del viejo a su ya no virginal ano y sentir esa vergota del caliente conserje que la hacía sentirse mujer por primera vez, el viejo parecía que se iba a infartar por lo agitado que estaba y por el sobre esfuerzo que hacía para darle duro a ese par de nalgotas y al tesoro que escondían, la estuvo cogiendo hasta quedar exhausto por el placer.

Elizabeth estaba totalmente cansada, como todo el cuartucho estaba oscuro no supo cuánto tiempo había pasado desde que llego, ahí estaba totalmente sin energías con el viejo arriba de ella sintiendo su respiración en su mejilla totalmente satisfecho y ella vejada y humillada.

Elizabeth en su debilidad cavilaba mientras se le iba pasando el efecto del placer en lo que había pasado, en que, hacia ahí, en ese cuarto horrible, al lado de un hombre viejo y asqueroso, el viejo ese que la había gozado a su antojo, que la había humillado, al nivel de una puta sucia y lloro en silencio por lo que había sucedido.

De pronto sintió que la lamparita se volvía a encender haciendo que sus pupilas se cerraran ante la luz sorpresiva, el viejo estaba muy sudado por el esfuerzo realizado y vio con satisfacción como su verga tenia rastros de sangre, así como también el colchón demostración inequívoca de que Elizabeth era virgen.

Luego el viejo se bajó de sobre la nena haciendo que ella sintiera un frio en su agujerito, sin lugar a dudas lo había abierto en dos, ella entonces llevo una mano hacia su ya no tan virginal ano y lo sintió todo lleno de los fluidos de semen del cojo y volteándolo a ver con esos grandes y bellos ojos verdes y le dijo «es usted un desgraciado mentiroso me dijo que no me penetraría y mire como me a dejado» y a continuación se levantó y se puso su bikini y se comenzó a vestir dándose cuenta con asco que estaba toda pegajosa por los restos de semen seco en la cara en la espalda en las piernas y que olía a el sudor de él y como no si la había cogido y ella lo había disfrutado también, eso la hacia sentir vergüenza y asco de ella misma y mientras se ponía su brasier pensaba en cómo pudo perder su virginidad anal con un gordo de 60 años que no se lavaba ¿Se había vuelto loca o qué?.

Mientras se ponía su falda Elizabeth veía al viejo quien la observaba acostado como se vestía con una sonrisa burlona de satisfacción y le dijo.

«Parece mentira que te acabo de culiar me dejaste seco jajaja»

Ella sería lo miro mientras se acaba de vestir y ver esa sonrisa burlona en la cara del viejo le daba rabia e impotencia, sentía que la blusa escolar se le pegaba en la espalda y las piernas también las sentía empegostadas por tanto semen.

Al acabar de vestirse la colegiala le dijo al viejo «donde está mi diario» el agotado conserje le señalo un ropero y le dijo que en el segundo cajón encontraría su preciado diario y la llave del candado para que pudiera irse en medio de una gran carcajada diciéndole que se lo había ganado a pulso, ella se sintió indignada por las burlas del viejo y con los ojos llenos de lágrimas le daban ganas de matarlo por hacerla sentirse peor que basura.

Abriendo la puerta del cuartucho la nena salió al exterior viendo que ya había caído la noche y que ya la escuela permanecía desierta se dirigió a la salida y tomo el bus a su casa cuando llego se metió directo a la ducha, estando en un estado físico y mental deplorable , mientras se bañaba no paraba de pensar en lo que había sucedido y aun que era contra su voluntad en su interior sabía que había sentido un placer indescriptible, cuando termino el baño se hecho en su cama sentía que todo el cuerpo le dolía y presa de un cansancio abrumador se quedó completamente dormida.

Al otro día aún tenía una gran confusión por lo que había sucedido, no podría decir que estaba traumada pero la verdad es que no terminaba de creer lo que había hecho, sabiendo que había terminado ese capítulo de su vida poco a poco lo fue enterrando en su mente y trato de llevar su vida normal, pero solo quedaría en eso, en deseos ya que más adelante seria víctima de más acosos por parte de hombres deseosos de disfrutar de sus encantos.

El lunes siguiente, al volver al colegio, procuro seguir con su ritmo normal de vida, con sus amigas, comportándose de igual forma que antes, nada había cambiado solo que sentía algo de vergüenza, así que evitaba encontrarse con el conserje que la había violado, un día al estar en el receso platicando con sus amigas lo vio como a unos 10 metros sin camisa todo sudoroso paleando tierra bajo el sol sin camisa con toda esa barriga bofa y bañado en su sudor , volvieron a su mente de la nena esas imágenes cuando empapado también en sudor le destrozaba su culito, y se le contrajo el esfínter, la piel se erizo, sus senos se endurecieron repentinamente y su conchita comenzó a humedecerse , espantada por la reacción de su cuerpo se despidió de sus amigas y se fue a su salón.

La vida de Elizabeth giraba alrededor del deseo, la lujuria y la lascivia que sin proponérselo provocaba en hombres de todas las edades quienes, valiéndose del engaño, el acoso, el chantaje y otras sucias artimañas, no cesaban en su intento de querer llevársela a la cama para saciar en su voluptuoso cuerpo las más bajas, sucias, puercas y aberrantes perversiones sexuales.

Así pasaron los días la nena fue olvidando ese capítulo que paso con el cojo Juan y salía a pasear los sábados con el permiso de su mama con su novio Rodrigo iban a cines, museos, centros comerciales, ferias etc Elizabeth era muy feliz con su novio y estando juntos para ella era lo máximo.

Un sábado estando con su mama en casa, ya que como recordaran su mama trabajaba de enfermera en una clínica rural y por su horario nada más se veían los fines de semana, le llamo su mama.

» Elizabeth mi nena ven te tengo una sorpresa» la nena contestándole desde su recamara le dijo «voy mama. »

Llegando la nena a la sala de su casa, vio que su mama tenía una pequeña caja envuelta en regalo y dándole un beso en la mejilla a su mama le dijo.

«Y eso mama que es» poniéndoselo en sus manos su mama le dijo.

«Es para ti mi niña lo compre por que sé que lo necesitas y por qué llevas muy buenas calificaciones en la escuela, pero ábrelo ándale.»

La nena sin esperar más lo abrió y vio que era un muy moderno teléfono celular con cámara integrada para tomar fotos y video, la nena emocionada abrazo a su mama diciéndole «gracias mama no sabes cuánto deseaba tener uno, ya todos en la escuela tenían menos yo eso me hacía sentir mal gracias mama.»

«Si hija te lo mereces por ser tan buena hija, solo te pido que lo cuides porque lo estoy pagando con mucho sacrificio ya ves que lo que gano apenas nos alcanza para lo más elemental. »

Elizabeth muy feliz corriendo a su recamara se tiro a su cama y lo primero que hizo fue llamar a su novio poniéndolo al tanto de que ya tenía celular y poniendo se de acuerdo para verse en la tarde para salir a dar la vuelta.

En la tarde la colegiala se dirigía al parque para verse con su novio Rodrigo, la chica llevaba un vestido veraniego bordado con florecitas con un escotado que dejaba ver más de la mitad de ese par de mamables pechos , de abajo le quedaba a medio muslo y esto aunado a las nalgotas de la nena hacia que el vestido se le subiera de una forma provocativa, con ese sinuoso caminar la falda se balanceaba de lado a lado al compás de sus caderas, cuando andaba era seguida por todo el vecindario masculino ,ella iba pensando en ver a su novio y no se daba cuenta del efecto que entre los hombres despertaba no pocos suspiros a su paso, cualquier hombre joven o mayor, soñaba con satisfacer sus fantasías en los brazos de aquella mezcla de niña-mujer, ese día había mucho viento cuando de pronto una ráfaga de aire levanto el vestido de la nena tomándola desprevenida alegrándoles la vista a los afortunados que pudieron ver su bikini rosado lleno de encajes haciendo que la nena se pusiera colorada por la pena.

Uno de los que veían ese delicioso vaivén del ese par de nalgotas con deseo era «el gorila» un cholo líder de una banda que se dedicaban a asaltar gente para comprarse droga y cervezas típico de estas colonias perdidas, tendría como unos 32 años, lleno de tatuajes, cabeza rapada, una barba de varias semanas sin afeitar, vestía siempre con bermudas grandes y tenis era muy corpulento y muy velludo de ahí que le decían el gori de carácter dominante.

Ese día para variar se estaban drogando con marihuana en un callejón a lado de un billar donde era su centro de operaciones, era un callejón abandonado muy estrecho apenas como metro y medio de ancho por unos 8 metros de largo generalmente se iban hasta el fondo a estarse drogando y mantenían a uno afuera para que les echara aguas por si pasaba algo.

Este fue el que les aviso con un chiflido al distinguirá a Elizabeth con su andar cadencioso y moviendo sinuosamente su escultural anatomía, el gori y los demás salieron del fondo del callejón par disfrutar el espectáculo de Elizabeth.

Elizabeth los vio parados al gori y su banda recargados en la pared, pero ella no les prestó atención porque estaba abstraída en sus pensamientos de que vería a su novio, al pasar junto a ellos sintió las miradas las cargadas de lujuria que sin recato alguno se dirigían a sus prominentes pechos, estos veían hipnotizados como sus firmes pechos tensaban la tela de su vestido, y como los pezones que se marcaban perfectamente en la tela a pesar de la protección del sujetador, y las miradas cargadas de lujuria eran dirigidas también a sus apetecibles nalgas , esto la asusto mucho a ella al ver las miradas de esos hombres y trato de apurar el paso para pasar lo más rápido posible agachando la cabeza.

«Adonde vas tan sola mi reina » oyó Elizabeth la voz ronca del gori, al levantar la vista la chica lo vio que sin quitarle la vista a sus tremendos pechos se relamía los labios con lascivia a la vez que los demás murmuraban un «mamacita» o alguna otra palabra libidinosa.

Elizabeth sin contestarles apresuro el paso toda asustada ala ves que el viento seguía aumentando y hacía esfuerzos sobrehumanos para que no se le levantara el mini vestido.

«Oye hermano pero que culo de vieja» dijo uno de los cholos.

«Que espectáculo, que tremendo culo tiene esta hija de puta que nalgotas…grandes y redondas» dijo el gori.

«Esta buenísima…que melones los que se carga» volvió a decir en tono lujurioso uno de los cholos.

«No cabron…si esa pinché vieja le para la verga a cualquiera…es para estarle bombeando las nalgas todo el día en la cama» dijo el gori.

Elizabeth siguió su camino olvidándose de los cholos y no prestando atención a los piropos que le decían a su paso ella estaba en verdad enamorada de su novio y solo pensaba en su encuentro con el, al divisarlo se le dibujo una sonrisa en su hermoso rostro se abrasaron y besaron para a continuación sentarse en una banca y platicar de trivialidades ahí se les fue pasando la tarde tomados de la mano sentados y dándose besitos de piquito , los machos que pasaban se deleitaban viendo las bien torneadas piernotas cruzadas dejando ver su suave piel de terciopelo que al estar sentada en la banca hacia que el vestido se le subiera dando un grandioso espectáculo a todo aquel que pasaba por ahí.

Sobra decir que el muchacho se sentía en las nubes al tener con el a una mujer que provocaba los pensamientos mas libidinosos de los hombres, lo sabia muy bien por que el también había estado así cuando conocía de vista a Elizabeth y la veía pasar caminando contoneándose haciendo que la sangre le hirviera de deseo pero ahora este escultural chiquilla era suya y nada mas que de el (déjenme reírme ja ja ja eso pensaba el, no sabiendo a cuantos ya había Elizabeth dado su cuerpo para que la disfrutaran y los que faltaban).

El chico sintió que se calentaba con tanto besos que le daba esa beldad que tenía por novia sentados como estaba besándose pasaba su mano por la espalda de la nena y la apretaba contra el para después bajar por su costado y posarse en esas deliciosas y suaves piernas acariciándolas y comenzando a subir lentamente, cada vez más, excitado el chico comenzó a besarle el cuello, hurgaba su deliciosa piel fresca , la nena tenía una mirada que denotaba temor ,excitación ante esos besos y caricias cada vez más atrevidos y al que dirá la gente que pasaba y los veía.

La chica reaccionando porque estaban en un lugar público le dijo.

«No… no debemos» sintiendo el lo agitada que estaba poniéndose.

Ya la tarde caía era casi de noche y tomándola el de la mano le dijo «ven vamos a caminar.»

Caminaron el silencio abrasados la feliz pareja deteniéndose por momentos para darse de besos ante la mirada de envidia de cuantos machos los veían hubieran deseado estar en su lugar para disfrutar de los sensuales labios de ella, que de solo verlos era imposible evitar pensamientos morbosos sobre las maravillas que haría su dueña con ellos, así como de tocar sus exquisitas redondeces las cuales se delineaban perfectamente bajo el mini vestido de ligero vuelo que apenas cubría sus bien torneadas piernas, motivo también de pensamientos libidinosos, así siguió la feliz pareja caminando hasta que llegaron a un terreno baldío que estaba más oscuro que la boca de un lobo, el chico la llevo hacia adentro tratando de continuar lo que hicieron en el parque pero lejos de las miradas indiscretas la recargo en un árbol.

Y comenzó a besarla en la boca con una presión avasallante, le metía la lengua revolviéndola adentro, le agarraba los pechos por arriba del vestido y se los masajeaba, ella hizo un débil gesto como para impedirlo, pero sin convicción alguna.

Le saco las tetas fuera y comenzó a mamárselas, que tetas duras y grandes, con unos pezones completamente hinchados, sus jadeos aumentaron., el pezón lo tenía grueso carnoso y durísimo, le mamaba un pezón y con la mano le masajeaba el otro pecho haciendo que la nena se humedeciera de su conchita.

Elizabeth «ahhhhh ahhhhhhhh mi amor» gemía la nena presa de sensaciones placenteras.

Elizabeth lo tenía tomado con sus brazos agarrándolo de la nuca y apretándolo contra sus formidables pechos suspirando con las lengüeteadas del chico que la hacían sentir un cosquilleo desquiciante que le recorría todo su cuerpo, sentía su coñito que estaba humedecido ante la situación tan placentera que le daba su novio y a juzgar por la presión que sentía contra su estómago, parecía que su polla también estaba dura.

A continuación, el chico bajo una de sus manos por debajo del vestido hasta la parte superior de su muslo de la nena sintiendo un gran placer esa piel desnuda tan suave recorría con su mano ese par de nalgotas ricas estrujándolas y acariciándolas por largo rato disfrutando cada segundo del placer que le daba ese cuerpo de ensueño, bajaba las manos recorriendo el suave muslo de la pierna para a continuación de nuevo subía la mano para estrujar de nuevo esas nalgotas.

«ohhhhhh ohhhhhhhh mi amor me haces tan feliz» gemía la nena, le tocaba su caliente panochita estaba que casi hervía, por tanto, manoseo del excitado chico, Elizabeth hacia muecas de placer en su angelical carita torcía la boca, se mordía los labios y movía su cabeza de un lado a otro.

Las lujuriosas manos del chico recorrían ese par de piernotas suaves acariciándolas ávidamente mientras no dejaba de mamarle los pechos impetuosamente.

Ahhh cosita rica decía el chico tenía la verga completamente dura y ella lo sentía en su bajo vientre excitándola más y aferrándose más a la cabeza de él pegándolo más a sus formidables tetas.

«Aahhh mamacita cosita rica» le decía el caliente muchacho para a continuación apoderarse del hinchado pezón con la boca y succionárselo haciendo que Elizabeth arqueara la cintura y gimiendo » Ahhhhhhhhhh, qué rico, amor.

La colegiala estaba súper acelerada y jadeaba a cada instante, era un auténtico volcán sexual.

En esas estaban cuando oyeron que venían unas señoras platicando por el lote baldío separándose inmediatamente Elizabeth se compuso su ropa y su cabello y ella le dijo que ya era tarde que por favor la fuera a dejar a su casa ante el desencanto del chico que quería seguir la fiesta.

Caminaron hasta la puerta de la casa de la chica y dándose un beso se despidieron entrando la chica a su casa.

Esa noche en la soledad de su recamara ya de madrugada la nena comenzó a tener un sueño húmedo durmiendo solamente con un diminuto bikini con su mano comenzó a acariciar su clítoris, al tiempo que con otra mano se acariciaba sus apetecibles pechos, haciendo un alto en sus delicados pezones para pellizcarlos, jugar con ellos, bordear su contorno, retorcérselos suavemente mientras flexionaba sus torneadas piernas y arqueaba la espalda hundiendo la cabeza en la almohada presa de la excitación a su mente venia el faje que se había dado con su novio en el lote baldío.

Oohhh mi amor así dame más decía la nena de pronto oyó una voz aguardientosa que le decía «si zorrita te voy a dar más «ella al verlo ya no era Rodrigo, era el cojo Juan y ya no estaba en el lote baldío estaba en el cuartucho del lujurioso viejo completamente desnuda, «puta te voy a mamar la panocha y te voy a meter la verga hasta que me harte de ti.

Esas palabras vulgares en el tono como se las decía producían un calor dentro de la colegiala que la hacían perder la razón y en el sueño el viejo le mamaba los pezones como un desesperado, haciendo que su panocha se humedeciera en medio de un delicioso cosquilleo…»aahhhh…oh di-dios»….susurro con los ojos entrecerrados, los labios húmedos semi abiertos mientras que a su mente en medio del sueño llegaba la voz del cojo Juan.

«Ahhh que rico mami eres toda una perrita te encanta la verga se nota mucho que andas urgida , pero yo te voy a dar una culiada que nunca olvidaras» todo eso venía a su mente como un torbellino haciendo de ese momento algo excitante para ella gemía sin dejar de frotarse vigorosamente la entrepierna que para estos momentos prácticamente la tenía empapada , ladeando la cara con el cabello como cascada sobre el mismo dándole un toque más erótico y con sus dedos entrando y saliendo de su intimidad, mojándolos con sus jugos que cada vez emanaban en mayor cantidad.

Despues de unos minutos más de esta faena…»ahhhhmmmmjjjj ….oohhhhh ….di-dios mió ….ahhhhggggmmmmjjjj!» ….gimió largamente mordiéndose el labio inferior de un solo lado, agitando, estrujando las sabanas, convulsionando su escultural anatomía ante la llegada de un caudaloso orgasmo que en forma estrepitosa le hizo lanzar alaridos de placer que seguramente llegaron a todos los rincones de la casa, pero sintiéndose segura de no ser oída por nadie, descargo toda la energía acumulada.

No pudo evitar sentir un estremecimiento que le recorrió todo el cuerpo, desde la punta de los cabellos hasta los dedos de los pies exhausta se volvió a quedar dormida.

Al otro día en la mañana al despertar se sintió muy húmeda de su panochita al principio no recordaba nada, pero poco a poco comenzó a recordar en la noche con su sueño húmedo y las imágenes venían a su mente donde era tomada por el viejo Juan entonces sus pómulos se enrojecieron su cuerpo comenzó a prenderse y su panocha le volvía a palpitar.

Sorprendida por la reacción de su cuerpo corriendo se levantó y se metió en la regadera tratando de apagar el fuego que comenzaba arder en su cuerpo y que amenazaba con consumirla.

Ya más tranquila después de la ducha se dedicó a hacer sus quehaceres y a preparar sus cosas para el otro día que era lunes ir a la escuela.

El lunes Elizabeth llego a su escuela preparatoria bajándose del bus que la dejaba frente al plantel escolar ,la nena veía todo el barullo que había formado por todos los escolares que llegaban a la escuela bachiller y los que salían de tomar sus clases del turno de la mañana , y volteo hacia todos lados esperando ver a alguien conocido, cuando se topo con la mirada de Claudia quien era su mejor amiga quien como decimos aquí en México no cantaba mal las rancheras también, esto quiere decir que al igual que Elizabeth, Claudia también tenía lo suyo pero a diferencia de Elizabeth esta chica era totalmente desinhibida.

Esta nena era dueña de un redondo trasero que parecía haber sido moldeado por un escultor una cintura delineada de avispa un par de pechos no tan grandes ni tan exuberantes como los de Elizabeth, pero agradables a la vista masculina, de la cara no era tan hermosa como Elizabeth, pero tampoco se podía decir que fuera fea, su carita era picarona de mirada sensual y cabellos ondulados rubios, derretían a los que la conocían.

Saludándose el par de encamables colegialas de un beso en la mejilla y platicando alegremente se quedaron unos minutos a las puertas del colegio aprovechando que todavía faltaban unos minutos para empezar las clases, el par de nenas platicaban distraídamente sin prestar atención a las miradas tanto de maestros, intendentes y alumnos que se deleitaban viendo el delicioso espectáculo visual que ofrecían las dos chicas con sus mini faldas escolares que apenas les llegaban a medio muslo exhibiendo piernas muy bien torneadas y la curva de sus traseros que se podían apreciar como sobresalían de sus faldas.

Había compañeros de ellas que trataban de aprovechar la oportunidad de propiciar encuentros casuales e intentar ver un poco más allá el panorama que ofrecían el abultado pecho de Elizabeth debido al generoso escote de su blusa ajustada, o cuando con su amiga Claudia se encontraban sentadas en el césped y ofrecían a la vista sus par de bellas y torneadas piernas provocando que más de uno tuvieran que hacerse «justicia por mano propia» en los baños del colegio al no aguantar ver semejante espectáculo visual.

Como decíamos Claudia era una chica totalmente desinhibida, le gustaba darse sus buenas agasajadas con algún chico que le gustara se dejaba besar y manosear por el, sus besos y su cuerpo ya era del dominio de compañeros de la escuela, amigos de sus hermanos, vecinos etc. desde hacia un año le había agarrado un gustillo por todo eso que tuviera que ver con muchachos y cuestiones sexuales.

Su uniforme elevo mas de una queja de las maestras con el director, su faldita tableada era cortísima, y le gustaba llevar la camisa apretada, resaltando más su figura.

Ella sabía aprovechar el cuerpecito que dios le dio hacia que los más chicos de 1° año, le compraran cosas con solo sonreírles un poco, inclusive había logrado que un profesor, que se babeaba con ella le subiera las notas bajas que tenía en matemática.

«Porfa profe» solo había tenido que decir, comiendo una paleta insinuantemente y jugando con sus cabellos, lanzándole una miradita de cachorra triste de las que ella bien sabía hacer.

Salía todos los fines de semana a discotecas, fumaba sin que sus padres lo supieran, y trataba de que no la vieran llegar borracha, cosa que, hacia bastante seguido, se juntaba con los amigos de su novio todos estaba muertos por ella y algunos afortunados ya habían disfrutado de sus encantos, el novio era un tipo pandillero un vago que no hacía nada de provecho solo vagar y estarse drogando.

Claudia salía todos los fines de semana, bailaba desaforada con algún chico si no estaba su novio lo besaba si le gustaba, y si valía la pena, se dejaba manosear en los reservados y si se daba la situación, ella le mamaba la verga (siempre y cuando el joven agraciado valiera la pena)se había convertido en una experta mamadora ya había mamado 6 vergas distintas, la de su novio , la de su primo, y la de algunos chicos de la discoteca, y a ella no le disgustaba, le gustaba saber que volvía loco a los hombres que se las mamara… le gustaba el calor, sentir como palpitaba al acabar y tragarse todo el semen, le hervía la sangre cuando recordaba tener sexo, esa cosa que había descubierto hace unos meses y se había vuelto adicta a estas cuestiones.

Sonando el timbre para que los muchachos pasaran a tomar las clases las dos beldades se fueron a su salón para tomar sus respectivas clases meneando deliciosamente el trasero ante la mirada de admiración y de deseo de todos los varones y de envidia de las chicas menos agraciadas.

Al terminar una clase Elizabeth se quedó un rato en el aula con otra compañera que le explicaba unos problemas de matemáticas que no había logrado entender bien, cuando termino la explicación busco a su amiga Claudia con la mirada dándose cuenta que no se hallaba en el aula, como tenia todavía 20 minutos de receso y salió a buscarla.

Elizabeth se paseaba por la escuela buscando a su amiga, en verdad que era una criatura digna de ser plasmada en un cuadro de un gran pintor para dejarla de legado para la posteridad, unos rasgos angelicales de su rostro que era imposible no voltearla a ver , su cuerpo casi perfecto lleno de curvas por todas partes sus grandes y hermosos senos que se erguían desafiantes en donde se marcaba el delicioso pezón sobre la tela de su blusa ya que traía el chalequito oficial del uniforme sin abotonar , su estrecha cintura y su vientre completamente plano , un par de nalgotas redondas y paradas que se balanceaban en su cadencioso andar y un par de piernotas bellamente moldeadas y firmes que se apreciaban debajo de esa minifalda.

En verdad que era un monumento de chamaca casi todos en la escuela soñaban con conquistarla y cogersela, sobre todo un chico llamado Víctor un mozalbete de 20 años de esos típicos que nada más van a la escuela por diversión ya había repetido varios semestres por que no estudiaba solo le encantaba irse de pinta, fumar en la escuela o estar viendo revistas pornográficas que siempre llevaba en su mochila, y pues ya andaba ya con las hormonas alborotadas y absorto veía a Elizabeth, no le quitaba la vista a sus formidables muslos ni a sus redondas nalgas que se delineaban bajo el ligero vuelo de la minifalda escolar y que se cimbraban con su cadencioso andar.

Ella al verlo que la miraba lujuriosamente se sonrojo y cambio la mirada hacia otro lado tratando de evitarlo sabiendo que era un bueno para nada y que nada mas estaba en la escuela por echar relajo.

Víctor no aguantando más al verla se acercó a la nena diciéndole.

«Adónde vas mamacita no quieres que te acompañe.»

«No gracias» le dijo la nena secamente sin siquiera voltearlo a ver.

Este se había colocado a su lado caminando al parejo de ella y al estar tan cerca de ella era inevitable no clavar la mirada en aquel par de maravilloso par de melones que se dejaban ver por el escote de la blusa, eran demasiados imponentes demasiados soberbios para no babearse por ellos.

«Por qué no vamos al cine mamita no seas aburrida vamos yo te invito» le decía el caliente chico a la escultural colegiala, «mira que la pasaremos muy bien allá, estas tetotas ya piden que las mamen y las soben»

Elizabeth sintió que le ardía la cara al oír las vulgaridades que le decía el mozalbete.

«Pero que te has creído imbécil déjame de estar molestando.»

«¿Qué te pasa zorrita? Si esas tetotas son para disfrutarlas ni modos que vayas para monja eso si seria un desperdicio» le decía el caliente Víctor que a fuerzas se la quería tirar.

Elizabeth se sentía incomoda por que el chico aparte de decirle leperadas no la dejaba, seguía caminando a su lado y viéndola descaradamente.

«Que dices entonces nos vamos al cine y me das una mamada de verga mira que mis bolas están llenas de leche para que no se me vayan a reventar.»

La chica ya no le contestaba creía que ignorándolo se aburriría y se iría, pero esta actitud animaba mas al caliente joven quien seguía bombardeándola de peladeses.

Elizabeth estaba tan absorta en deshacerse de Víctor que no se fijo ya por donde iba y fueron a dar a una parte que estaba desierta de la escuela hasta el fondo, en el segundo piso donde había unos salones que servían de laboratorios, pero que en esos momentos no había nadie ya que al ser el receso todos estaban abajo en los comedores o en las canchas jugando pelota.

Distraída como iba al doblar una esquina había un pasillo como de 3 metros de fondo y más allá solo una pared, la chica quiso dar media vuelta y regresar por donde había venido, pero Víctor se interpuso, ella se hizo de lado para librarlo, pero el se volvía a interponer y no paraba de decirle.

«Ándale putita no seas apretada podemos pasar un rato agradable tu y yo mira que ahorita no hay nadie estamos solos aquí.»

«Solo dame un besito mamita rica» le dijo Víctor al mismo tiempo que estirando una mano le agarro una nalga a la nena quien reaccionando sorprendida por la atrevida caricia le empujo la mano y le dijo.

«No me toques entupido eres un cerdo lárgate y déjame salir si no gritare y te acusare para que te expulsen».

El la veía divertido era un chaval que ya estaba muy corrido y viendo los hermosos ojos verdes de la nena sabia que estaba asustada y quería aparentar que estaba enojada y que cumpliría su amenaza.

Elizabeth se estaba poniendo nerviosa por la situación de estar ella y ese depravado solos en ese lugar alejados de los demás, ella insistía tratando de esquivarlo para poder pasar y el seguía interponiéndose haciendo inútiles sus esfuerzos de la chica de pasar.

Esto hizo desesperarse a la chica y ya bajándole el tono a su voz casi suplicándole le dijo

Elizabeth «Por favor déjame pasar Víctor yo no te e dado motivos para que me hables así.»

Tremendo error de Elizabeth con esto el confirmo que estaba asustada y ya más envalentonado al ver la timidez de ella el tomo de las muñecas diciéndole.

«Claro putita que me has dado motivos andas por toda la escuela levantando los pitos con tu forma de menearte y de vestirte enseñando todo y diciéndonos con esa actitud que estas que te mueres por una buena verga», le decía el chico al mismo tiempo que la iba forzando a caminar hacia atrás hasta que su espalda de ella se pego a la pared del pequeño corredor.

El mozalbete ya más seguro y sintiéndose dueño de la situación la recorría con miradas lascivas sus portentosos pechos, miradas que no pasaron desapercibidas para ella y que le hicieron sentir un ligero estremecimiento mezcla de temor y excitación.

Por la posición en que estaban se veía la parte de adentro de un salón por los cristales, pero los de adentro no los veían por qué los tapaba un viejo pizarrón recargado en la ventana que ya estaba carcomido y tenía unos pequeños huecos, en eso oyeron unas voces que se adentraban al salón eran un par de profesores que habían olvidado unos documentos que tenía que llevar a la dirección.

Los dos voltearon a ver a través de los huecos del pizarrón el chico sin soltarla de las muñecas, Elizabeth reconoció a uno de los maestros era un maestro que siempre le había tenido cariño y que siempre la ayudaba cuando necesitaba alguna explicación de algo que no entendía, pensado que era su tabla de salvación se

preparo para gritar auxilio, pero Víctor adivinando sus intenciones le dio una cachetada diciéndole.

«Si gritas zorra todos se vana enterar de que te estoy culeando ¿quieres que todos sepan que te culeo y que a ti te gusta? Quieres eso puta.»

Elizabeth sorprendida y asustada por la cachetada movió su cabeza negativamente lo que menos quería era que su prestigio anduviera por los suelos la horrorizaba pensar que todos la tacharan de una puta.

«Entonces putita flojita y cooperando si no ahorita todos se enteraran de que eres una puta barata».

La asustada nena con lágrimas en los ojos solo atinaba a decir «Porque me hace esto, por favor déjame ir.»

El sujeto sólo sonreía y sin ningún reparo se agarraba la erecta verga por sobre el pantalón que como carpa de circo estiraba la tela del pantalón.

Tomándola de la cintura la estrecho fuertemente a el, la nena horrorizada puso sus manos en el pecho de el forcejeando tratando de separarse de el, pero el chico la jalo de los cabellos fuertemente de la parte de atrás jalándolos hacia abajo lastimándola y diciéndole «en qué quedamos zorra vas a cooperar o ahorita todos se enteran lo puta que eres «.

La nena muy asustada le dijo que si pero que ya no la lastimara.

El caliente chico volvió a estrecharla por la breve cintura disfrutando de la cara de horror de la nena y la respegaba fuertemente a el para que ella sintiera la verga que estaba dura y crecía a causa suya desde hacia un buen rato y acerco su boca tratando de besarla en esos gruesos y frescos labios, pero la nena volteo la cara de lado diciendo, «noo déjame que me haces suéltame déjame ir Víctor».

Volviéndola agarrar de los cabellos por la parte de atrás jalándola salvajemente se apodero de esos jugosos gruesos y deliciosos labios dándole un beso asfixiante para ella, sintiendo ese delicioso aliento que emanaba de esos jugosos labios.

Ella tenía los ojos abiertos al máximo con una expresión de espanto en su cara, sentía horrorizada ese caliente aliento que emanaba de su boca de el, esa lengua que se introducía en su delicada y fina boca a la fuerza y que se movía buscando la lengua de ella para enredarse y esa barba tupida de candado de el que como lija le raspaba su boca.

«Mmmmmmmmmgggggggg» «Mmmmmmgggggggg»

Gemía y se contoneaba Elizabeth ante el salvaje beso, después de un rato el se separó de ella haciendo que la chica desesperada volviera a suplicar con lágrimas en los ojos.

Elizabeth «Déjame ya déjame Víctor no me hagas esto por favor»

Pero Víctor ya más caliente la veía lujuriosamente y sintiéndose dueño de la situación comenzó a meter la lengua en la oreja lo que hacía que le dieran cosquillas agradables a la nena que se contoneaba ante estas sensaciones para después dedicarse a besarle el cuello con esa tupida barba de candado que tenía y que hacía que a Elizabeth le hiciera muchas cosquillas en su sensible cuello, mientras que con una mano la subía y se prendía de una de las formidables tetas de la nena manoseándola quien al sentir la atrevida caricia a su pecho pego un respingo diciendo «noooooooo noooo lo hagas déjame «pero el no la escuchaba estaba abstraído por ese cuerpo de Diosa y le estrujaba las nalgas con la otra mano sintiendo ese delicioso y curvilíneo trasero.

La nena estaba horrorizada le daban ganas de gritar y salir corriendo de ahí, pero las amenazas de Víctor la hacían pensarlo dos veces rogando que esto acabara pronto.

Bajando ambas manos Víctor se deleitaba estrujando apretando y masajeando ese par de nalgas maravillosas sus manos recorrían ansiosas esas tremendas redondeces para después agarrarla de a cartoncito como decimos (con ambas manos apoyadas en las nalgas la levantaba hacia arriba).

«Madre mía, qué culo te cargas mamacita estas más rica de lo que pensé», y era algo muy cierto ese culo era duro, redondo era perfecto, la verga de Víctor estaba tan dura que Elizabeth sentía como se le respegaba en su bajo vientre asustándola.

«No sé cómo te aprietas tanto mamazota si estas nalgas ya piden verga a gritos y esta panocha cerradita ya es hora de que conozca lo que es culear, ohhh putita que duras y ricas tienes las nalgas».

La nena estaba temblando, notaba como su cuerpo era un manojo de nervios, «No no me hagas esto» su voz era un susurro ella tenía sus brazos colgados a los costados de su cuerpo dejándose hacer ya sin oponer resistencia y Víctor tenia metidas ambas manos por en medio de sus brazos y de su cuerpo de la nena masajeándole el trasero.

La tenia recargada a la pared y con su cuerpo la empujaba punteándola con su cintura como si la estuviera culeando haciendo que ella sintiera esa tremenda erección en su bajo vientre al mismo tiempo que con sus manos en las nalgotas de ella la estrujaba hacia el.

Víctor ya muy caliente le decía «te gusta zorra yo sé que te gusta» ella ya tenía echada la cabeza hacia atrás dejando su cuello totalmente desprotegido a merced de el por los lengüetazos a su sensible cuello, esto porque al recorrerla el con su boca una y otra vez le producía deliciosos escalofríos por todo su cuerpo haciendo que instintivamente echara su cabeza ella hacia atrás dejándole todo el camino libre, Víctor había dado con uno de los muchos puntos débiles de la escultural colegiala.

La lengua y la barba de candado del chico la hacían sentir un rico escalofrío y que le enervaba los sentidos, pero aun así le decía «Por favor déjame, por favor, Víctor», la chica ni cuenta se dio que los maestros que habían llegado hacia un rato ya se habían retirado pudiendo salir de esa situación si lo hubiera notado.

Él le sobaba las nalgas sin parar sentía algo indescriptible rico en sus manos como se estremecía y temblaba ese formidable culazo por la caliente situación y también sus deliciosos contoneos que no paraban calentaban mas al ya de por si caliente Víctor era maravilloso sentir y estrujar esas nalgotas y sentir su bikini por la delgada tela de la falda al mismo tiempo que se contoneaba deliciosamente.

Elizabeth temblaba en todo su cuerpo presa de sensaciones muy placenteras que se iban apoderando poco a poco de ella contra su voluntad ese masaje que le daba la lengua de el en su sensible cuello le enervaban los sentidos.

Elizabeth con los ojos entrecerrados sentía la quemante boca de Víctor como recorría una y otra ves su sensible cuello, mientras que las dos temblorosas manos por la excitación de Víctor, le sobaban sin parar sus carnosas y apetitosas nalgotas bajo la cortísima minifalda escolar y se las estrujaba y las separaba sintiendo como la nena se contoneaba ante el manoseo y el sintiendo que esas nalgotas lo llevaban al cielo.

Que culo el de Elizabeth era firme, duro y suave la nena sentía como las manos de Víctor las estrujaba, esas nalgas que tenían loco a mas de 10, con ambas manos se las abría y se las volvía a cerrar una y otra ves todo esto sin dejar de lengüetearle con la boca el sensible cuello haciendo que la resistencia de la chica fuera cada ves menos.

Acercándose a su oído le dijo el chico «tu cuerpo está hecho para gozarlo, eres como un manjar de dioses.»

El excitado muchacho le quita el chaleco por la espalda a Elizabeth y la blusa a continuación quedándose solamente con su sexy brasier sin que se opusiera la nena exasperada por las lamidas a su cuello, la monumental colegiala continuaba con los ojos cerrados con la cabeza echada para atrás recargada en la pared, los pechazos subían y bajaban al ritmo de su agitada respiración era una visión muy enervante.

Para a continuación meter las manos en la espalda de Elizabeth buscando el broche del sostén, la nena con sus manos en los hombros de el trataba de apartarlo suavemente y contoneándose en un inútil esfuerzo para evitar que le quitara el brasier diciéndole.

Elizabeth «Noooooo noooo lo hagas detente «pero el no se detenía, sus manos temblorosas luchaban por zafar el broche que aprisionaba ese par de exuberantes senos.

Que delicioso era para el sentir esa sensación de dominio sobre la colegiala que la estaba obligando contra su voluntad y que no se podía oponer a sus sucios deseos.

Elizabeth exasperada por las lamidas a su sensible cuello por esa lengua rasposa y esa barba que la hacía sentir un delicioso cosquilleo en su cuello trataba inútilmente de detener débilmente al caliente víctor contoneándose y con sus dos manos en los hombros de el empujándolo muy suavemente y con la cabeza echada hacia atrás le decía

«Viiiict tooorr paaa paaa paara «a sabiendas conociéndose como se conocía que si esa lengua y esa boca con esa barba tupida llegaban a sus senos y a sus hipersensibles pezones sus pocas fuerzas para oponerse y su poca lucidez quedarían derrotadas y entonces si se entregaría a esas placenteras sensaciones y Víctor haría con ella lo que le placiera.

La colegiala sentía los vellos de su cuello de su pecho, de sus brazos erizándose por los escalofríos que la recorrían una y otra vez, mientras las sudorosas y temblorosas manos de Víctor luchaban por destrabar el broche del sostén de la nena cosa que no era fácil debido a su ansiedad, a sus manos temblorosas y sudadas y a los movimientos de Elizabeth que no paraba de contonearse en un vano intento de evitar lo inevitable.

Elizabeth permanecía con la cabeza echada hacia atrás aguantando la desquiciante boca a su sensible cuello que no le daba tregua haciendo que minara su voluntad, cuando de pronto oyó un sonido de «clic» los soberbios melones de la nena acababan de ser liberados de su prisión saltando libres y deslizando el brasier por sus brazos cayó al piso.

Víctor se separó de la chica momentáneamente para poder admirar ese formidable espectáculo que eran los senos de Elizabeth al desnudo eran un par de pechos de película, redondos, erguidos no hacía falta que usara sujetador ese maravilloso par de melones se mantenían firmes desafiando la fuerza de gravedad a pesar de su tamaño y con unos pezones hinchados por la excitación que destacaban en las aureolas era una visión maravillosa.

Elizabeth al verse desnuda totalmente de su cintura para arriba se puso roja como un tomate, pero no se movía ahí se quedó estática aguardando lo que viniera lo cual acabo de calentar al chico.

La mirada del lujurioso Víctor irradiaba una morbosidad alucinante al ver ese monumento de chamaca ahí semi desnuda se recreaba con la increíble visión de ese espectacular cuerpo.

Elizabeth estaba muy nerviosa a sabiendas de lo que venía con una rara mezcla de miedo deseo y excitación estando consiente de que si las lamidas y lengüetazos a su cuello las deliciosas sensaciones casi acaban con su voluntad, ahora todo eso trasladado a sus pechos y a sus sensibles pezones serian sensaciones multiplicada por diez y que entonces si su voluntad sería totalmente avasallada por el deseo, la lujuria y el placer de su cuerpo.

Ella respiraba agitada los espectaculares senos subían y bajaban deliciosamente al compás de su respiración sentía que el corazón se le salía del pecho a sabiendas de que ese perro caliente no tendría compasión de ella.

El observando la casi total entrega de la nena se le dibujo una mueca de una diabólica sonrisa de satisfacción y le dijo.